Porque la muerte te quiso raptar pero tu luz irradió vida y tu alma sonó una y una vez más como dulce canción, hoy te volvemos a llamar clamando tu vuelta desde esta nueva trinchera en la que te sorprendió la vida y en ella estás luchando por quedarte.
Y te volvemos a llamar sosteniéndote con el sentimiento que tu presencia, tu voz y tu poesía hicieron brotar en nuestras vidas.
El sentir de tu sencillez y la belleza de tu ser y de tus sones son eternos en nuestra historia porque eternos serán los amores que cada canción en tu voz despertó.
¡Fuerzas, gladiador!!!