El cielo en tu alma: Sonreir, para vos y para todos

El cielo en tu alma: Sonreir, para vos y para todos: " “La forma en que nos relacionamos con el..."

Sonreir, para vos y para todos

“La forma en que nos relacionamos con el mundo está directamente relacionada con la calidad de la energía que nosotros generamos y aportamos al Universo.

Cuando trabajamos con la Sonrisa Interior, descubrimos asombrados que las emociones que tanto daño nos hacen, no son más que manifestaciones de la energía que percibimos en forma de enfados, tristeza, odio, celos, orgullo, o al contrario, alegría, amabilidad, buen humor,  autoconfianza …  

Así vemos, en un primer momento, que las emociones parece que son nuestras y, al interiorizarlas, nos damos cuenta de que sólo son agentes externos que nos invaden, para avisarnos sobre algo que no funciona. Al cambiar nuestra actitud hostil hacia ellas, todo se normaliza y regresa la armonía, ya que también las emociones cambian su actitud hacia nosotros, pues no tienen razón de ser y se liberan de su prisión, regresando al Universo de donde vinieron, ayudadas por nuestra actitud amorosa y compasiva.

  Entonces empezamos a adoptar el hábito del contento y la Sonrisa Exterior hacia todo lo que nos rodea. Al cruzarnos con personas a las que no conocemos, las empezamos a percibir como hermanos de luz que comparten los mismos gustos y necesidades que nosotros, y dejamos de percibirlas como amenazas y enemigos, para simplemente, relajarnos ante su presencia anónima; y si cruzamos una mirada transmitiremos esa sensación de amor fraternal que emana de nuestro corazón y que se reflejará en un rostro agradable y feliz.”

          Víctor Manuel Fernández Casanova 

 “TÉCNICAS DE PROTECCIÓN ENERGÉTICA en el ámbito terapéutico y personal” Ediciones Índigo – Barcelona 2008

UNA SONRISA

Una sonrisa en los labios alegra nuestro corazón,
conserva nuestro buen humor,
guarda nuestra alma en paz,
vigoriza la salud,
embellece nuestro rostro
e inspira buenas obras.

Sonriamos a los rostros tristes,
tímidos, enfermos, conocidos,
familiares y amigos.

Sonriámosle a Dios con la aceptación
de todo lo que El nos envié y
tendremos el merito de poseer
la mirada radiante de su rostro
con su amor por toda la eternidad.

Las palabras de Cristo son muy claras,
pero debemos entenderlas como una
realidad viviente, tal como El las propuso.
Cuando El habla de hambre,
no habla solamente del hambre de pan,
sino hambre de amor, hambre de ser
comprendido, de ser querido.

El experimentó lo que es ser rechazado porque
vino entre los suyos y los suyos no lo quisieron.
Y El conoció lo que es estar solo,
abandonado, y no tener a nadie suyo.

Esta hambre de hoy, que esta rompiendo vidas en todo el mundo destruyendo
hogares y naciones, habla de no tener hogar, no solamente un cuarto con
techo, pero el anhelo de ser aceptado, de ser tratado con compasión, y que
alguien abra nuestro corazón para recibir al que se sienta abandonado.
-Madre Teresa, M.C