viernes, 5 de septiembre de 2014

¡GRACIAS TOTALES!!!


¡Bello y genial Gustavo... te elevaste a la dimensión del infinito, del eterno presente...!




                  
                        El "Gracias totales" de Gustavo Cerati se convirtió en una de las frases memorables del rock nacional.
          
                 Las míticas palabras fueron dichas por el ex líder de Soda Stereo en el show despedida realizado el 20 de septiembre de 1997 en el estadio de River Plate.

                 Al cerrar el show, en medio de la euforia por semejante evento, el músico quiso agradecerle al público que había ido a verlos y lo hizo con dos palabras: "Gracias totales".

                 Ese sería el último show de la banda, aunque diez años después se volvieron a juntar en la gira Me verás volver.
"No hubiéramos sido nada sin ustedes y toda la gente que estuvo con nosotros desde el comienzo, gracias totales", cerró Soda su show, al terminar el tema Música ligera.


sábado, 23 de agosto de 2014

QUERER ES PODER






                     Cuántas veces hemos escuchado esta cotidiana frase: “Querer es poder” proviniendo de algún ser cercano que  - en su intento de animarnos a emprender lo que nos cuesta decidir – nos llama a convencernos del potencial que tiene no sólo nuestro pensamiento sino fundamentalmente, nuestro sentimiento en la realización de todo aquello que anhelamos lograr vivir. 







     Pero esto, ¿es así? ¿tiene poder nuestro querer?¿en qué medida?



         En los últimos tiempos estamos accediendo cada vez más a esta idea que durante mucho tiempo ha sido o velada o desvalorizada a nuestro conocimiento. Muchas veces esta idea ha quedado sólo como un lema motivacional que impele a la acción y puede en ocasiones fortuitas llegar a concretarse.


      
           Y surge nuevamente la pregunta: 

  • ¿siempre que queremos podemos?

  • ¿todo lo que queremos lo podemos lograr?


       … y si no es así, ¿porqué no podemos lo que queremos?



          En estos días, no por casualidad, obviamente, accedo a conocer parte del trabajo de un destacado científico mexicano egresado de la UNAM y del New York Medical College, dedicado desde la Psicología al estudio de la mente humana y de la electrofisiología del cerebro humano entre tantos aspectos,  el Dr. Jacobo Grimberg Zylberbaum



     Este  célebre investigador desaparecido en 1994 en circunstancias altamente extrañas,  fue quien describió la llamada “Lattice” como la “red neuronal universal” conectada con las neuronas de nuestros cerebros de modo que cada vez que un sentimiento en manifestación genera una idea y ésta se concreta en una praxis, en una acción, contribuimos instantáneamente a modificar esa malla o red de conciencia.






              Grinberg arriesgó su prestigio académico al publicar un libro sobre Bárbara Guerrero, - Pachita - curandera mexicana, que supuestamente entraba en trance y realizaba complejas operaciones quirúrgicas con un cuchillo oxidado. Participó en las operaciones de Pachita quién según afirmó, lo hizo comprender que la aparición de la conciencia a partir de la actividad cerebral era una pregunta que la fisiología contemporánea no estaba preparada para contestar con experimentos como los que realizaban él y sus colegas en los laboratorios.


              El Dr. Grinberg se basaba en una teoría que él llamaba Sintérgica y cuya postulación fundamental es la que surge como resultado de tres procesos de interacción. 


             El primero de ellos es una interacción entre elementos neuronales capaz de crear un campo energético complejo denominado Campo Neuronal.


              La segunda interacción ocurre cuando el campo neuronal se pone en contacto con la estructura energética del espacio. La interacción entre el campo neural y el espacio crea un patrón de interferencia que se denomina estructura energética de la experiencia.


             El tercer proceso de interacción ocurre entre la estructura energética de la experiencia y un proceso central. Esta interacción es la más misteriosa de todas e implica la existencia de una focalización energética realizada a través de un hipotético factor de direccionalidad.


            De acuerdo con la teoría Sintérgica, cualquier ser vivo, con la capacidad de experimentar o de sentir, sufre de los tres procesos de interacción.


             De aquí que según esta Teoría Sintérgica de Grimberg , nuestro cerebro  interáctua con un campo informacional de enorme complejidad - la Lattice  o camo sintérgico -  que algunos llaman campo cuántico y otros como David Bhom, "campo implicado". Los físicos actuales hablan de campo espacial.
 

Siguiendo al genial Grimberg señala la maravillosa Fresia Castro,


la calidad del sentimiento con el cual plasmamos un acto creativo determina la condición del resultado, en relación a la sintonía de frecuencias de enlace dentro de la malla.”  



    Entonces, si nuestros sentimientos son de baja vibración enlazaremos con situaciones de baja frecuencia. Así, si nos domina el miedo tendremos mayor probabilidad de vivir situaciones poco satisfactorias, poco gratas y hasta riesgosas y enfermantes.



     Esto nos invita entonces a enfocar nuestra atención en la calidad de nuestros sentimientos a la hora de decidir actuar de manera de resignificar a tiempo nuestras reacciones para transformarlas en verdaderas acciones poderosas al servicio del logro de nuestra felicidad.






Fresia Castro Moreno en "El cielo está abierto: activación de la glándula pineal" Editorial del Nuevo Extremo, Bs. As. 2014.

domingo, 18 de mayo de 2014

EL HOMBRE MÁS FELIZ DEL MUNDO

¿Qué es la felicidad?
¿Es posible ser feliz? ¿o es sólo una ilusión, una mera sensación?
¿Es medible y cuantificable la felicidad? ¿o es sólo pura subjetividad?
¿Dónde hallar la felicidad?
¿Cómo se vive la felicidad?
¿Soy feliz?
¿Eres feliz?
¿Cómo nos damos cuenta de la felicidad que vivimos?




           Éstos son algunos de los múltiples interrogantes que durante toda la existencia el hombre se ha planteado. Yo particularmente en un momento crítico de mi vida logré ciertas conclusiones que en otra ocasión les compartiré. 

 
             Sin embargo, en los últimos días tuve la oportunidad de ver esta entrevista que un prestigioso periodista argentino - Jorge Lanata - realizó a un científico francés - Matthieu Riccard - monje budista, biólogo molecular y amante de la fotografía considerado como "el hombre más feliz del planeta". 




             
           Ricard está involucrado en el estudio y desarrollo de los efectos del entrenamiento mental sobre el cerebro en las universidades de Madison-Wisconsin, Princeton y Berkeley. En uno de estos estudios en la Universidad de Wisconsin, investigadores colocaron 256 electrodos en su cráneo y los sometieron a un aparato de de imágenes funcionales por resonancia magnética nuclear (fMRI). Se encontró que Matthieu Ricard logró el más alto nivel de actividad en la corteza cerebral pre-frontal izquierda, lo que se asocia a las emociones positivas. La escala varia de + 0.3 à -0.3 (beatitud), Matthieu Ricard alcanzaba resultados de –0.45, completamente por fuera de la escala. Un nivel nunca registrado en otro ser humano. Los resultados de éste estudio, publicados en el año 2004 por la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, constituyen la quinta referencia científica mas consultada en la historia.


         Desde sus reflexiones sencillas, llanas, casi obvias pero agudamente profundas Ricard nos invita a disfrutar de la vida desde el silencio de tantas palabras dichas y pensadas, nos invita a bajar el volumen de nuestra interacción con el caótico mundo que nos rodea para contemplar la belleza y perfección del ser que somos  y el maravilloso milagro de nuestro existir.



                                    

jueves, 9 de enero de 2014

VOLEMOS JUNTOS PERO JAMÁS ATADOS



Si quieres que tu amor perdure, ¡vuelen juntos pero jamás atados!
 

Me encantó esta leyenda Sioux que nos lega una gran verdad vital.








            Cuenta una vieja leyenda Sioux, que un día Toro Bravo, el más valiente y honorable de los guerreros, y Nube azul, la bellísima hija del jefe de la tribu, llegaron a la tienda del anciano sabio de la aldea a pedir consejo. 


      Nos amamos –empezó el joven- y nos vamos a casar –prosiguió ella- y tenemos tanto miedo de perdernos, que venimos a rogarle que nos haga un conjuro o un hechizo, o nos entregue un talismán para que nos proteja y garantice que estemos juntos hasta la muerte. ¿Hay algo que pueda hacer por nosotros?” 




           El anciano se emocionó mucho al verlos tan jóvenes, tan enamorados y esperando su consejo con tanto anhelo. Habría algo – dijo- pero no sé si sea un reto muy difícil, pues implica gran sacrificio. Haremos lo que sea – respondieron al unísono los enamorados. 


             Nube Azul –dijo el anciano- ¿ves ese monte al norte de la aldea? Tendrás que escalarlo sola, y, sin más armas que tus manos y una red, atrapar al halcón más bello y vigoroso que jamás se haya visto. Si logras atraparlo, deberás traerlo vivo al tercer día después de la luna llena. Esa es tu misión. 




            Y tú, Toro Bravo, -continuó el sabio- tendrás que escalar la montaña del trueno y cuando alcances la cima, deberás capturar, sin hacerle daño, a la más valiente de las águilas, usando sólo tus manos y una red, para traerla el mismo día del regreso de Nube Azul. 





           Ahora, partan, ordenó el anciano. Los jóvenes se abrazaron con ternura y luego emprendieron su camino, ella al norte, y él hacia el sur de la aldea, para cumplir con las misiones encomendadas. 




            El día señalado, los amantes regresaron a la tienda del anciano, cargando cada uno el ave que le había sido pedida. Eran, en verdad, unos hermosos ejemplares. 

¿Qué debemos hacer ahora? preguntó Toro Bravo, 
¿Debemos matarlas y beber su honorable sangre? 
 No, respondió el anciano. 
¿Debemos cocinarlas y comer su carne preciosa? preguntó ella. 
No -repitió el sabio-, ahora deben atarlas entre sí por sus patas, con estas tiras de cuero, y luego dejarlas para que vuelen libres. 


La joven pareja hizo lo que se les había ordenado y soltaron las aves. 

 El águila y el halcón intentaron levantar el vuelo varias veces pero lo único que conseguían era terminar cada vez, revolcadas en el suelo. 

Después de muchos intentos, irritadas y frustradas por su incapacidad para volar, empezaron atacarse con sus picos, haciéndose mucho daño. 
              
           Este es el conjuro que pidieron, dijo el anciano, nunca olviden lo que acaban de ver. 

Ustedes son como el águila y el halcón. 

Si se atan el uno al otro, así sea por su inmenso amor, no sólo vivirán arrastrándose, sino que terminarán lastimándose inevitablemente. 




Si quieren que su amor perdure, vuelen juntos, pero jamás atados.