lunes, 20 de julio de 2015

EL AMOR ES UNA ELECCIÓN

         





         Conocí su historia como testimonio en favor de la vida que un sacerdote carismático - el Padre Darío Betancourt - nos regaló una bella mañana de 2006 cuando en un pueblo alejado de la ciudad de San Juan, convocó a miles de fieles en sus enseñanzas y celebraciones de sanación.




    Aquel testimonio fue contundente para mí al igual que para todos quienes lo escuchamos. Una nueva santa para el mundo, una joven mujer profesional destacada, madre de familia y esposa amorosa, deportista, moderna, amante de la naturaleza de su campiña italiana, que gustaba vestirse a la moda y usar joyas era el regalo de Dios hecho milagro para tantas mujeres. Rasgos que tal vez no concibamos bajo la idea de santidad que hemos construido por los relatos históricos del pasado eclesial y que caracterizan a casi el común de los santos de los altares. Sin embargo, santa al fin por su inexorable e inquebrantable decisión de privilegiar la vida de su hija en proceso de gestación por sobre su propia vida aún teniendo hijitos pequeños que la necesitaban como mamá presente. 




         Es por eso, que les presento a esta mujer maravillosa,ferviente creyente, dedicada médica,  heroica madre que nunca olvidé y que en estas últimas semanas vino a mi alma con su testimonio de vida y su santidad para consolar mi vida en un punto de inflexión en el que necesité alzar mi corazón y mi pensamiento al cielo para recibir bendición. 




Ella hizo milagrosa acción reparadora en mi salud! 



                                 
  ¡Gracias, gracias Santa Gianna Beretta Molla!