domingo, 15 de abril de 2012

DESCUBRIR NUESTROS MIEDOS PARA SUPERARLOS


Utilizamos la mayor parte de nuestra energía emocional e intuitiva para reprimir lo que sabemos y así proteger nuestros puntos débiles.



El miedo nos paraliza, nos anquilosa, nos destruye.
Destruye la posibilidad de caminar o recomenzar el camino hacia la felicidad, hacia un nuevo estado, una nueva etapa de felicidad, tal vez la verdadera felicidad, la que ansía nuestra alma, la que vela nuestra mente.



Nos sentimos demasiado frágiles como para admitir que una relación no funciona o que cualquiera de nuestras conductas adictivas, nos acaba.

Malgastamos energía para escondernos de la realidad.



Nos volvemos ciegos e insensibles para evitar emociones o cambios difíciles.

Nuestro empeño en autoafirmarnos pone de manifiesto muchos de nuestros miedos.

Fingimos ser quienes no somos, es decir , lo contrario de lo que nos aterra ser.



Una manera de descubrir qué es lo que tememos es observar en qué concentramos la energía.

Si nos centramos en nosotros mismos podremos detectar qué parte de nosotros no percibe la nueva realidad, el camino al que estamos llamados para alcanzar la felicidad.

Centrados en nosotros mismos podremos escuchar la voz de la duda y el miedo.



Fijémonos en las personas, ideas o situaciones que dificultan la consolidación de nuestra nueva realidad.

Notemos los recuerdos, las emociones que nos vienen a la mente y soltémoslos.



Veremos aquello de lo que nos hemos estado escondiendo, lo que nos ha hecho sufrir, tener miedo, caer en la desesperación.

Y nos daremos cuenta del poder que tenemos para cambiarlo.




La verdad del pasado, del presente y del futuro que nos prefigurábamos y hemos descubierto y soltado, se convertirá en energía para crear la nueva vida, nuestra nueva y feliz realidad.



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