sábado, 20 de abril de 2013

BENDECIR Y CREAR REALIDAD



Si existe algo que ensanche el alma, libere la mente y dé plenitud a la propia vida, eso es el acto de bendecir.

Bendecir significa que "bien digan", es decir, que se exalten tus virtudes.





Sin embargo, el concepto de "bendecir" es mucho más antiguo que las definiciones o etimologías latinas-romanas-cristianas.

La noción de bendecir tiene su origen en las culturas sumeria y caldea, ésta última de donde era originario Abraham. De hecho, Dios le dice: "A quienes bendigas bendeciré, a quienes maldigas maldeciré".

Uno de los primeros significados del término es el de "invocar en favor de alguna persona o cosa la protección divina", en ocasiones a través de un intermediario'.







Se trata, pues, de una relación-comunicación humano - divina que implica al menos dos modalidades en la acción.

 Se da ante todo un tipo de intervención que el hombre intenta realizar dentro o fuera de los cánones rituales sobre personas, animales o cosas en virtud de un poder positivo  que procede en él "de su particular investidura y posición..., o por los medios que utiliza..., o por su recurso al orden de lo divino para que su acto... llegue a ser eficaz'''.




Pero se da también un tipo de intervención que parte del orden divino, capaz de "determinar condiciones de prosperidad en el hombre o en el grupo humano mediante una acción gratuita... de dicho orden divino, es decir, como consecuencia del comportamiento humano valorado desde la perspectiva de las observancias rituales y éticas"'.
 
 

 


Tanto una como otra forma de intervención implican una certeza:

que la realidad humana, y hasta creatural, pueden modificarse —positiva o negativamente-- en virtud de un poder sobre esa misma realidad.



 
"El que bendice —escribe De Nola— ... considera posible realizar una modificación en el estado de la realidad, adecuándolo a las propias exigencias y deseos''
 
En consecuencia, tanto quien bendice como quien es bendecido, adquieren a través de este vínculo humano - divino, la capacidad de transformar su propio estado de realidad y transformarse.


 
 
Bendigamos a todos, a cada uno, en cada momento y circunstancia.
 
Es tan sanadora la bendición impartida como la bendición recibida por el inmenso empoderamiento que  logramos por la sola acción del amor incondicional del que somos portadores por voluntad divina.
 
Comparto hoy esta sencilla y poderosa bendición!!!! Que sea efectiva y concreta realidad en cada uno de ustedes a la que llegue!!!!!
 


BENDIGO TU BIEN,
¡QUE SÓLO LO BUENO TE ACOMPAÑE!

BENDIGO TU INELIGENCIA,
¡QUE SIEMPRE SEPAS LO QUE DEBES HACER!

BENDIGO TU AMOR,
¡QUE SIEMPRE TENGAS A TU LADO ALGUIEN QUE TE QUIERA!

BENDIGO TU BELLEZA, ARMONÍA Y PUREZA,
¡QUE TODO EL MUNDO SE SIENTA BIEN A TU LADO!

BENDIGO TU SALUD,
¡QUE NUNCA TE ENFERMES!

BENDIGO TU PROSPERIDAD,
¡QUE JAMÁS TE FALTE NADA!

BENDIGO TU LIBERTAD,
¡QUE NUNCA ESTÉS ATADO A NADA INDESEABLE!


                                                                                                                                    Rubén Cedeño






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