Estos colgantes tan coloridos son más que un adorno atractivo que elegimos para nuestros espacios personales. Ellos encierran mucho más en cada uno de los elementos que los componen. Veamos entonces,
¿Qué significado tienen los "atrapasueños"?
Según una leyenda de los indios Hoppi, el jefe de los indios lakota se retiró a la cumbre de una montaña para entrar en visión con el gran espíritu y con los ojos cerrados, le pidió que se manifestara en la forma de un animal de poder que él fuera capaz de reconocer para así adquirir sabiduría. Su tribu tenía muchos problemas, pues el anciano chamán visionario acababa de fallecer.
Pasados unos instantes, el jefe lakota abrió los ojos y su mirada reparó en un arbusto que tenía frente a él y allí vio una araña - animal de poder para la mayoría de las tribus indias - y sintió que esta era la respuesta del gran espíritu, por lo que se dedicó a observarla atentamente.
La araña aprovechó la configuración de varias ramitas del arbusto y empezó a tejer su red muy laboriosamente, mientras una suave brisa empujaba hacia la tela algunos objetos diminutos como plumitas, semillas de colores, partículas de polen ...
El jefe indio comprendió el mensaje:
seguir en la acción, colaborando con todo lo que la vida trajese hacia el propio círculo, circuito de vida; disfrutar de cada paso dado, prestar mucha atención a cada acto realizado y permitir que sólo se quede en el círculo aquello que realmente nos importe, ya que cuando el gran espíritu en forma de araña terminó de realizar su obra, en el centro dejó un pequeño agujero por el que arrastró con sus patas, partículas de polvo, insectos muertos y otras cosas inútiles que sólo estorbaban.
El jefe indio interpretó este mensaje también:
siempre tenemos que dejar nuestro propio centro en perfecto orden y nuestro corazón sin peso, sin ninguna pena, pues sólo si actuamos con auténtico sentimiento, nuestra alma, nuestro centro, será tan liviano como una pluma y tan transparente como el cristal.
El atrapasueños simboliza básicamente el círculo de la vida, la geometría sagrada en la que debería transcurrir cada una de nuestras experiencias, cuyo fin es hacernos evolucionar.
Sus plumas no permiten que olvidemos que todo debe tener poco peso como el de una pluma y que debemos hacernos fuertes, bellos y resistentes como las aves. También nos recuerdan que todo aquello que no podamos ya soportar por tener en nuestra vida demasiado peso, lo entreguemos al cielo confiando en que, desde lo alto, una conciencia superior y de luz, Dios, velará siempre por nuestros pasos.
Pasados unos instantes, el jefe lakota abrió los ojos y su mirada reparó en un arbusto que tenía frente a él y allí vio una araña - animal de poder para la mayoría de las tribus indias - y sintió que esta era la respuesta del gran espíritu, por lo que se dedicó a observarla atentamente.
La araña aprovechó la configuración de varias ramitas del arbusto y empezó a tejer su red muy laboriosamente, mientras una suave brisa empujaba hacia la tela algunos objetos diminutos como plumitas, semillas de colores, partículas de polen ...
El jefe indio comprendió el mensaje:
seguir en la acción, colaborando con todo lo que la vida trajese hacia el propio círculo, circuito de vida; disfrutar de cada paso dado, prestar mucha atención a cada acto realizado y permitir que sólo se quede en el círculo aquello que realmente nos importe, ya que cuando el gran espíritu en forma de araña terminó de realizar su obra, en el centro dejó un pequeño agujero por el que arrastró con sus patas, partículas de polvo, insectos muertos y otras cosas inútiles que sólo estorbaban.
El jefe indio interpretó este mensaje también:
siempre tenemos que dejar nuestro propio centro en perfecto orden y nuestro corazón sin peso, sin ninguna pena, pues sólo si actuamos con auténtico sentimiento, nuestra alma, nuestro centro, será tan liviano como una pluma y tan transparente como el cristal.
El atrapasueños simboliza básicamente el círculo de la vida, la geometría sagrada en la que debería transcurrir cada una de nuestras experiencias, cuyo fin es hacernos evolucionar.
Sus plumas no permiten que olvidemos que todo debe tener poco peso como el de una pluma y que debemos hacernos fuertes, bellos y resistentes como las aves. También nos recuerdan que todo aquello que no podamos ya soportar por tener en nuestra vida demasiado peso, lo entreguemos al cielo confiando en que, desde lo alto, una conciencia superior y de luz, Dios, velará siempre por nuestros pasos.
